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Joe Biden: Un presidente de 81 años a menudo agudo y atento, pero a veces confundido y olvidadizo

Los problemas ocasionales de concentración de Biden pueden no ser inusuales para alguien de su edad.

La conducta del presidente Joe Biden a puerta cerrada, en el Despacho Oval, en el Air Force One y en reuniones por todo el mundo es descrita de la misma manera dúplice por quienes lo ven habitualmente en acción.

A menudo es agudo y atento. Pero también tiene momentos, sobre todo a última hora de la tarde, en los que sus pensamientos parecen desordenados y se queda a medias al hablar o parece confundido.

Los problemas ocasionales de concentración de Biden pueden no ser inusuales para alguien de su edad. Pero a sus 81 años, y en busca de otros cuatro años en la Casa Blanca, los momentos en los que está fuera de juego han adquirido una nueva resonancia tras su desastrosa participación en el reciente debate contra el republicano Donald Trump.

El cara a cara del 27 de junio alarmó a los demócratas y a sus patrocinadores, en parte porque Biden pareció mucho peor que en los momentos casi rutinarios en los que es menos agudo. Y eso ha suscitado dudas sobre si está preparado para una campaña que sólo va a ser más hostil y si puede gobernar eficazmente otros cuatro años en caso de ganar.

“Entendemos las preocupaciones. Lo entendemos”, dijo esta semana la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Pero insistió en que Biden no tiene intención de apartarse de la campaña.

Este reportaje se basa en entrevistas con dos docenas de personas que han pasado tiempo con el presidente en privado, algunas de las cuales se mantuvieron en el anonimato para hablar de interacciones que no estaban destinadas a hacerse públicas.

Como es en privado es como suele ser en público: cambiante

La forma en que Biden actúa en privado, según los analistas más asiduos, suele coincidir con la forma en que lo hace en público. En ambos contextos, puede mostrarse dominante un día y vacilante otro.

Un día después del debate, la voz de Biden en un mitin en Carolina del Norte era enérgica; su mirada, alerta; su discurso, seguro. A medida que hablaba, los vítores llenaban la sala.

“Les doy mi palabra de Biden. No volvería a postularme si no creyera con todo mi corazón y toda mi alma que puedo hacer este trabajo”, dijo a sus simpatizantes. “Porque, francamente, hay demasiado en juego”.

A pesar de todo, la preocupación pública por la aptitud de Biden para otros cuatro años ha sido persistente. En una encuesta realizada en agosto de 2023 por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, el 77% de los adultos estadounidenses afirmaba que Biden era demasiado viejo para ser eficaz durante cuatro años más. No sólo lo decía el 89% de los republicanos, sino también el 69% de los demócratas.
Un cambio de estrategia para que Biden tenga más protagonismo

Los asesores de Biden han rechazado durante mucho tiempo los cuestionamientos sobre su edad. Pero ahora reconocen que el declive de Biden es innegable. El debate ha obligado al presidente a reconocer de forma más directa las limitaciones de su edad, cuando antes no les daba importancia.

Tras una deliberación interna en el seno de la campaña, la Casa Blanca anunció el martes una aparición pública: Biden será entrevistado el viernes por George Stephanopoulos, de la cadena ABC. El presidente añadió un viaje a Wisconsin el viernes, y se dirigirá a Filadelfia el domingo. Además, ofrecerá una rueda de prensa durante la cumbre de la OTAN que se celebrará en Washington la próxima semana.

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